Un condenado por maltrato animal ha ingresado en prisión por primera vez en España, después de que la jueza de lo penal 8 de Palma rechazara suspender los 8 meses de reclusión que le fueron impuestos por matar a palos a un caballo de carreras.
La jueza argumentó que, en un caso de maltrato de animales como este, que ha sensibilizado de manera indiscutible a la opinión pública, la suspensión del cumplimiento de la pena podía convertirse en un mensaje "antipedagógico". La magistrada concluía que sustituir la pena de prisión por trabajos en beneficio de la comunidad "sería garantizar de manera absurda, ilógica y contraproducente un beneficio que le evite la pena de prisión impuesta en firme y con su expresa conformidad".
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